Tarot; El espejo que abre la mente.
El Tarot Revela.
Jung lo entendió mejor que nadie. Los arcanos son imágenes primordiales, símbolos que no inventamos: nos inventan a nosotros.
Cada carta es un espejo de lo inconsciente colectivo, esa corriente subterránea donde todos estamos unidos.
El Loco no es un personaje, es tu impulso de saltar sin certezas.
La Muerte no anuncia tragedias, muestra el arquetipo de la transformación inevitable.
El tarot es una máquina de sincronías: al barajar, no eliges al azar, eliges en diálogo con el inconsciente. Jung lo llamaba sincronicidad: ese momento exacto donde lo interno y lo externo se reflejan como si fueran uno.
Por eso el tarot no es superstición: es psicología en estado salvaje, filosofía en imágenes, magia en esencia pura. Un mapa donde el alma se reconoce en símbolos que ya estaban antes de nacer.